"Y entonces, justo después de casarse y de que comieran perdices; ella se levantó de la mesa, se miró al espejo, miró a su esposo príncipe, y fue entonces cuando decidió que jamás se convertiría en su mamá; porque hasta el final de sus días, ella sería su mamacita".
No son cuentos para dormir
NO SON CUENTOS PARA DORMIR
Son anticuentos, entre otras cuantas cosas más, que no cuentan las cosas como nos las contaron. Ideales para todos aquellos que aún comen cuento y que quieren eliminar de su dieta tanta dulzura.
martes, 27 de mayo de 2014
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